martes, 28 de mayo de 2013

Un día en la vida de un parado

9:00 de la mañana, hace rato que el despertador dejó de sonar. Me levanto para comenzar un nuevo día sin motivaciones, sin previsión de futuro, sin ilusión.
Mientras desayuno ojeo la prensa diaria con la vaga esperanza de encontrar que esa mujer alemana que rige nuestro presente haya decidido abrir el grifo del crédito y por consiguiente del consumo y del empleo. Desvanecidas mis ilusiones observo 20 nuevos casos de corrupción que en la mayoría de los casos quedaran impunes.
11:00 Abro mi correo y me dispongo a leer mis alertas diarias de empleo, después de seleccionar las que se adecuan a mi y no sin esbozar una pequeña sonrisa al comprobar las condiciones laborables de las mismas me decido a enviar mi curriculum a dichas empresas anhelando que este no acabe en la papelera de reciclaje de cualquier director de recursos humanos.
14:00 Después de esta "agotadora" mañana como algo para coger energía y encarar la tarde y aunque la carne roja hace tiempo que dejo de formar parte de mi alimentación cotidiana lo consigo.
15:00 Me bajo con algunos colegas que están igual que yo a jugar una partida de cartas con el fin de echarnos unas risas, ejercitar un poco la mente y quitarle horas al reloj.
17:00 Me subo al coche y realizo una ronda por las diferentes empresas de la comarca, entregando un curriculum que posiblemente acabara echo una pelota y encestado en la papelera del mas pintado.
19:00 A estas horas no me queda otra que ver por decimonovena vez la reposición de alguna sitcom de éxito.
21:00 La mejor parte del día donde ejercito mi poco trabajado cuerpo jugando un partido de fútbol con amigos, amigos de mis amigos, y hasta alguno que no me apetece mucho ver.
22.30 Dado el nivel actual del contenido ofertado por las cadenas de televisión en prime time le dedico un poco de mi tiempo a la lectura de "El precio de la vida" libro que desde aquí me atrevo a recomendar.
00:00 En este horario vespertino solía ver el programa de fútbol Punto Pelota pero como este a degenerado en una mera copia deportiva de "Salvame", enciendo el ordenador y decido contarles en estas líneas como ha sido mi día.
Posdata: Esto no es autobiográfico, solo intento reflejar como encara un día cualquiera un joven parado.

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